Queridas Amsifas:
“La vida cristiana vivida tras los pasos de Cristo y alimentada por los sacramentos, es realmente ese nuevo éxodo interior que Dios quiere recorrer con nosotros para conducirnos al monte de nuestra transfiguración en auténticos hijos e hijas de Dios en el Hijo, Nuestro Señor Jesucristo”. Catecismo de la vida espiritual. Card. Robert Sarah.
A 5 años que fue llamada al cielo, nuestra querida Fundadora partió a la Casa del Padre en la sencillez y discreción con la que vivió. Agradezco a Dios la gracia de haber coincidido con ella en esta vida, anhelando coincidir con ella en el cielo.
Que maravilloso es contemplar la vida de Carmelita como un proceso de transfiguración, fruto de la escucha atenta de la Palabra de Dios y de la vivencia de la Eucaristía. Quisiera compartirles 3 rasgos de la vida de Carmelita que me marcaron profundamente:
1.- LA DOCILIDAD A DIOS Y A LA IGLESIA. Cuando Dios le permite ir tomando conciencia de la gracia recibida en el bautismo y su pertenencia a la Iglesia descubre que no puede ser indiferente a las distintas mociones del Espíritu Santo y se pone manos a la obra: o “el único fracaso es no intentar aquello que deseas” palabras de Carmelita.
2.- SU DESEO DE QUE OTRAS EXPERIMENTEN LA TRANSFIGURACIÓN. Cada centro, cada regional entendido así es un nuevo Monte Tabor donde Dios nos sigue manifestando que Jesús es el Hijo Amado y que cada Animadora y cada Participante esta llamada a vivir esta experiencia: SER AMADAS POR EL PADRE. El programa de AMSIF no puede desviarse de este objetivo fundamental. “si enciendes una vela para alguien, entonces también iluminaras tu camino”
3.- “CONVIENE QUE EL CREZCA Y YO DISMINUYA” así afirmaba Juan el Bautista al hablar de su relación con Jesús. San Pablo nos dirá “ya no soy yo, es Cristo quien viven en mí” la sencillez y docilidad con la que acompaño la evolución y el caminar de AMSIF como obra de Dios en la Iglesia sin interferir, obstaculizar o apropiarse, al contrario, siempre cercana, siempre respetuosa de quien en su momento ostentaba la coordinación. Nunca acaparando, siempre sencilla, siempre pequeña.
Gracias Carmelita por mostrarnos con tu vida que es posible vivir el Evangelio, que es posible ser discípulo y apóstol de Jesucristo en nuestros tiempos.
Me sostiene activa el pertenecer a Amsif ,y me trasmite, alegría y ganas de seguir
en mis clases de Animadora